Ya es oficial. Hoy 7 de Enero del 2009 se acaban las vacaciones y volvemos a la vida real.
Sí, ya se que algunos hemos/habéis trabajado estos días atrás, pero no me negareis que a un ritmo diferente. Hoy es el primer día serio del año, igual que esta suele ser la primera mañana en la que se pasa por la báscula y se comprueba que se ha estropeado estos días, porque pone cifras rayando el absurdo. Hoy es el día en el que después de engullir doce uvas (por esa tradición tan absurda como española) prometimos ponernos a hacer las cosas que deberíamos hacer y no haremos. El día que miras el calendario buscando con añoranza cifras en rojo para descubrir que no hay más fiestas hasta marzo.
Pero de alguna forma también sientes que sales de un cierto letargo, y descubres en ti fuerzas, que no sospechabas que existiesen, para acometer todos los proyectos con los que te vas a ir encontrando, e ilusiones que te hacen levantarte de la cama con energía renovada. Es como si te hubieses quitado de la chepa el peso de un año moribundo y el año que se presenta por delante te atrajera como un niño curioso de camino a la feria.
De cualquier forma, esta es tan solo la forma en que yo he afrontado el día de hoy. Cada uno tendréis vuestras primeras impresiones del año. Os digo que las mías, aun a riesgo de que me defrauden, son ilusionantes. Ya os contaré.
Sí, ya se que algunos hemos/habéis trabajado estos días atrás, pero no me negareis que a un ritmo diferente. Hoy es el primer día serio del año, igual que esta suele ser la primera mañana en la que se pasa por la báscula y se comprueba que se ha estropeado estos días, porque pone cifras rayando el absurdo. Hoy es el día en el que después de engullir doce uvas (por esa tradición tan absurda como española) prometimos ponernos a hacer las cosas que deberíamos hacer y no haremos. El día que miras el calendario buscando con añoranza cifras en rojo para descubrir que no hay más fiestas hasta marzo.
Pero de alguna forma también sientes que sales de un cierto letargo, y descubres en ti fuerzas, que no sospechabas que existiesen, para acometer todos los proyectos con los que te vas a ir encontrando, e ilusiones que te hacen levantarte de la cama con energía renovada. Es como si te hubieses quitado de la chepa el peso de un año moribundo y el año que se presenta por delante te atrajera como un niño curioso de camino a la feria.
De cualquier forma, esta es tan solo la forma en que yo he afrontado el día de hoy. Cada uno tendréis vuestras primeras impresiones del año. Os digo que las mías, aun a riesgo de que me defrauden, son ilusionantes. Ya os contaré.
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